Este proyecto surgió en 2017 cuando su creador Alfredo Carrasco, a la edad de 22 años, sufre un accidente de ciclismo de montaña mientras competía en la 1° fecha del campeonato nacional de descenso, lo cual le provoca una paraplejia.
Alfredo era agricultor hasta la fecha, por lo que el accidente lo deja con una idea de vida estancada e imposibilitada de continuar realizando su trabajo en la tierra.
En esa instancia de sufrimiento e incertidumbre, es donde nace la idea de montar un invernadero en donde personas en situación de discapacidad puedan desenvolverse y cultivar hortalizas, ya que en la actualidad no existen campos agrícolas con producción comercial que sean inclusivos.